Pasha de CARTIER, 2020

Pasha de CARTIER, 2020

Vuelve el Pasha

 

 

 

 

Corría el año 85 cuando en una velada, me encuentro con una bella mujer que llevaba en su muñeca un Pasha, caja de oro y correa de cuero. Me resultaba de una extrema sensualidad mas allá de la sorpresa, me encantaba ver en una mujer un reloj que decididamente pertenecía a su pareja. Hay recuerdos que resultan indelebles, este es uno de ellos.

Hoy en este virulento 2020, vuelve el Pasha con todos sus brios. Dos tamaños, 41 y 35 milimetros, atravesados algunos modelos por otros saberes, la esqueletización o el saber joyero. Un Pasha que permite a Cartier expresasrse plenamente y del que rescatare, caprichosamente, el Pasha 35mm brazalete de acero.

LA COLECCION

 

Acero, oro amarillo, oro rosa y diamantes, la colección Pasha de Cartier incluye numerosos modelos, desde las piezas más joyeras hasta las más relojeras en su versión esqueleto.

Pasha de Cartier, un reloj extraordinario que se aleja de los cánones y convencionalismos de los relojes clásicos.La gran diferencia radica en la acertada elección de su seña de identidad. Por un lado, introduciendo el cuadrado de la minutería en el círculo de la esfera y, por otro, los cuatro números árabes de gran tamaño, que le otorgan un estilo ultracontemporáneo. Su original diseño confronta con  la hegemonía de las formas redondeadas en la relojería clásica, destacando aún más su originalidad y singularidad, en gran parte conseguidas gracias a los «clous de Paris», que confieren gran estilo al brazalete, y a su corona con cadena, que asegura una visibilidad máxima.

Por todas estas razones, el Pasha de Cartier es un reloj de culto desde su creación en 1985. Por aquel entonces, su poder conquistó a personalidades influyentes de su generación. Gracias al poder que destila, el reloj Pasha se convirtió en objeto de deseo de hombres y mujeres. Adorado y deseado a partes iguales.Un reloj único que ama la luz, asume sus excesos y reivindica la fuerza de su carácter. El reloj Pasha de Cartier de los años 2020 se mantiene fiel al original, pero añade algo más de sofisticación gracias a su corona, que incorpora una espinela azul o un zafiro, su brazalete intercambiable y sus múltiples opciones de personalización. Un reloj que late al mismo ritmo, aunque con los códigos, la diversidad y la energía de los nuevos creadores.

Un Pasha Extremo

No podíamos concluir sin una pieza extrema de Cartier en su, volviendo al Pasha. Un Pasha esqueletizado, saber que une brillantemente el ¨savoir-faire¨ técnico con los criterios estéticos propios de Cartier que supieron ser en su momento, misteriosos, y que hoy nos interpelan, nos llenan de curiosidad. Un tourbillon que habla y que gira por sí solo. Y entonces, una constelación de brillantes, 180 para mayor precisión contando el de la corona. Una ensoñación que nos llevan a otros tiempos quizás, a los del Pasha.